"Un camino hacia la Creatividad y Excelencia Humana"

EL MEJOR LUGAR PARA QUE TUS HIJOS APRENDAN DE UNA MANERA DIVERTIDA Y SE FORMEN COMO PERSONITAS INTEGRAS.

jueves, 31 de octubre de 2013

Escuela de Padres-Oct/2013: EL CUENTO

EL CUENTO INFANTIL

Saber leer implica necesariamente comprender lo que se lee. La comprensión de la lectura es la capacidad de dar sentido e interpretar las palabras que aparecen escritas en un texto determinado. Esta comprensión es fundamental, si no se produce la comprensión el acto de leer pierde todo su sentido como instrumento esencial del lenguaje.

Una de las dificultades académicas más comunes en los niños y niñas viene relacionada con la escasa o falta de comprensión del texto escrito. En muchas ocasiones, esta inapropiada comprensión es causa del bajo rendimiento escolar. Los estudiantes conocen las diferentes letras y sus correspondientes sonidos y combinaciones. Saben lo que las palabras significan, son por lo tanto capaces de leer un escrito, pero la cuestión es ¿comprenden lo que están leyendo? En muchas ocasiones la respuesta a este interrogante es negativa. Por lo general a los niños y niñas les cuesta entender el contenido del texto. No son capaces de dar sentido al mismo. Comprenden las palabras, pero no se enteran de lo que les transmite el texto.

Esta dificultad a la hora de comprender textos, les crea problemas en múltiples ámbitos, principalmente en el área escolar, su rendimiento se reduce. Si no comprenden los contenidos, difícilmente podrán construir aprendizajes o resolver un problema del cual no entienden el enunciado.

La dificultad en la comprensión:
La dificultad reside en esta idea misma. Tradicionalmente los aprendizajes se han expuesto para que el niño o niña los memorice y los haga mecánicos.

Pero un aprendizaje significativo va mucho más allá, implica la construcción de los mismos por parte del aprendiz, como sujeto activo, principal responsable del proceso de aprendizaje. A la hora de aprender a leer, los niños y niñas han de darse cuenta de que la lectura es una herramienta comunicativa, que no es algo memorístico. Deben construir el aprendizaje del proceso lector, inmersos en una experiencia de conocimiento y de comprensión.Es difícil dar sentido a los diferentes mensajes que recibimos, pero es fundamental crear un hábito en este sentido, tanto en los escritos como en los demás tipos de mensajes, esto favorecerá su lenguaje, su pensamiento, su comunicación y su desarrollo cognitivo.

PAUTAS Y CONSEJOS PARA FOMENTAR EL APRENDIZAJE DE LA COMPRENSIÓN LECTORA:
• Desde un primer momento hazle ver lo que dice lo que está escrito. Comienza por las palabras que leen, por frases cortas, pregúntale, dile que te lo explique, etc.

• Utiliza contenidos de su interés, para que comprendan que leer es más que conocer las letras. Si les interesa lo que dice el texto se esforzarán por comprenderlo y poco a poco lo harán habito.

• Cuando lean, pídeles que piensen lo que están leyendo. Evita que se saturen, es mejor que lean menos cantidad pero que la comprendan. Si el texto es demasiado extenso, puede que dejen de prestar atención al mismo. Poco a poco aumentaremos el tamaño de los textos. Si es demasiado largo, podemos fragmentárselo en partes.

• Apóyate en imágenes y otros recursos, que les ayuden a comprender lo escrito.

• Desde un primer momento y ante cualquier tipo de texto, pregúntales, hazles que te expliquen con sus palabras lo que pone escrito, aunque sea una frase o una palabra. De esta forma se hace automática la comprensión de la lectura, el niño o niña aprende a dar un sentido a todo lo que lee.

• Pídeles que resuman textos que leen. Si tratan de resumir tendrán que comprender primero.

• Hazles preguntas sobre los textos. Desarrolla con ellos el pensamiento.

• Más adelante, podemos inculcarles en la reflexión crítica de los contenidos. Les pediremos no solo que nos cuenten lo leído, sino que también nos den su opinión. Para trabajar esto podemos comenzar en edades tempranas, haciendo pequeñas reflexiones, aunque aún no sean críticas, les preguntaremos porque creen que sucede es que leen, para que, etc.

• No te centres demasiado en los errores mecánicos, si el niño se equivoca de letra por ejemplo, lo importante y el objetivo de la lectura ha de ser la comprensión, si nos centramos en errores de este tipo, damos al niño un mensaje equivocado, debes conocer todas las letras bien y no equivocarte en eso. Con la práctica estos errores se eliminaran, pero debemos fomentar que se esfuercen por comprender no por hacer bien un acto mecánico.



REPRESENTACIÓN DEL CUENTO "CAPERUCITA ROJA"






















jueves, 10 de octubre de 2013

"RECICLANDO EN EL LICEO"

Cuento sobre el Reciclaje

Andrés era un niño que estaba acostumbrado a vivir cómodamente  sin interesarle la vida de otras personas o que cosas desperdiciara, pues todo lo tendría.

El día de su cumpleaños su padre fue a buscarle el regalo más caro para darle gusto y quedar bien. El regalo estaba envuelto en el papel más fino y elegante . Ese día los amigos de Andrés realizaron una fiesta sorpresa , donde gastaron mucho papel nuevo. Al otro día las empleadas de servicio recogieron  cantidades de papel, que fueron a dar a un botador de la ciudad.   Cerca de allí vivían los recicladores quienes a diferencia de Andrés sabían aprovechar todo lo que a los ricos les parece inútil.  La familia de Antonio   era un grupo de  recicladores.  Antonio  también cumplía años por esos días, su padre por falta de dinero no pudo comprarle nada, entonces tuvo que buscar entre las basuras.  Allí encontró algunos juguetes pero él  no se explicaba cómo se deshacían  de estos  estando en buen estado.

El padre de Antonio no quería llevar los juguetes así, entre las manos, entonces decidió buscar algún papel entre la misma basura.  Encontró un papel limpio, fino y elegante; era el mismo papel con que había sido envuelto el regalo de Andrés.


Antonio muy feliz, pues no estaba acostumbrado a recibir regalos  en tan buen estado, él no hizo lo mismo que Andrés, botar todo sin importarle  nada, él en cambio, dobló el papel y lo guardó   para  utilizarlo después.   Comprendió  la importancia   de reciclar, pues esto no permite que las materias sean un desecho sin ser bien utilizado.  Antonio empezó a ver a su padre como  un héroe, pues ser reciclador no es del todo malo, por el contrario, es ayudar a eliminar el grado de   contaminación en el  medio ambiente.


 Por CATHERIN GONZALEZ.









lunes, 30 de septiembre de 2013

Compromiso Escuela de Padres

COMPROMISO

Guadalajara de Buga, septiembre 24 de 2013


Señor:
Padre de Familia

Un cordial saludo en nuestro Señor Jesucristo,
Para toda la Familia Liceísta.

De antemano FELICITO a todos aquellos padres de familia y acudientes, que con toda la entrega y dinamismo participaron activamente en la escuela de padres realizada el día de ayer.

-Escribe la edad de tu hijo(a) y responde en los cuadros si o no.
EDAD:__________________________

¿Soy un padre sobre protector?

1. Le realizo las actividades escolares?

2. Si lo molestan otros niños interfieres para defenderlo?

3. No le permite que asista salidas con compañeros de su edad?

4. Revisa todo lo que hace?

5. Utiliza el miedo para protegerlo?

6. Contesta por El?

7. Ignora, tapa y justifica sus errores?

8. Nunca permite que otros adultos lo corrijan?

9. Se siente culpable cuando no lo ayudas?

Escuela de Padres- Sep/2013: INDEPENDENCIA EN LOS NIÑOS

AUTONOMÍA E INDEPENDENCIA EN LOS HIJOS

Una de las metas fundamentales en la crianza de los niños/niñas y adolescentes es la autonomía. Es decir, que sean independientes, que se valgan por sí mismos y sean capaces de tomar progresivamente las riendas de sus vidas. La autonomía también es el derecho y capacidad de llegar a ser lo que se quiere para beneficio propio y de los demás; es el camino a la libertad, de preparación para la toma de decisiones y de responsabilidad en todos los actos de la vida. 

La autonomía o independencia no se logra de un día para otro, requiere un aprendizaje paso a paso. La primera muestra palpable en un recién nacido es la respiración y circulación independientes de su madre. El proceso continuará en todos los campos de la vida durante el transcurso de la niñez y la adolescencia.Ser autónomo es conocer las capacidades y aceptar las limitaciones propias, de modo tal que cuando se necesite ayuda se solicite sin que esto represente un problema.


Autonomía y libertad son dos conceptos íntimamente relacionados. Por libertad entendemos el derecho y la capacidad que tiene todo ser humano de tomar sus propias decisiones, de ir construyendo y orientando su vida de acuerdo con sus aspiraciones y de llegar a ser lo que quiere ser.

Toda persona que construye su vida en autonomía, en libertad, se valora, reconoce que necesita de otros y, a su vez, aporta y apoya a los demás; está dispuesta a aceptar cambios favorables; es comprensiva, escucha, no esclaviza a nadie ni se deja esclavizar y en su vida cotidiana lucha por ser cada vez mejor como persona. Somos libres reconociendo que necesitamos de otros.

En la construcción de la autonomía en el recién nacido, la madre y el padre o quien haga sus veces son los acompañantes por excelencia, y lo son con el acompañamiento en la satisfacción de todas las necesidades, con lo cual el niño aprenderá a confiar en los demás (confianza básica en la existencia).
MOMENTOS EN LA ESCUELA DE PADRES


















viernes, 10 de mayo de 2013

jueves, 2 de mayo de 2013

Escuela de Padres- May/2013: LA CAJA MAGICA

LA CAJA MAGICA

Consultamos y Debatamos
La televisión está presente en todas nuestras casas, nos trae información y emoción. Nos acompaña y a veces ocupa demasiado nuestro tiempo. Se puede decir, sin temor de equivocación, que es el acompañante obligado y a veces único de muchos niños, niñas y adolescentes.

La televisión, que es el medio de comunicación social preferido de los niños, tiene como fin informar, educar y entretener. En la edad de uno a cinco años se convierte en una caja mágica. La utilización excesiva y en soledad (como niñera) de los medios de comunicación masiva puede traer consecuencias graves para niños y adolescentes.

Además de entretener, la televisión nos quiere vender cosas, nos produce emociones, nos crea necesidades que a veces no son necesarias: nos cambia la vida. Pero lo más grave, nos va vendiendo un estilo de vida, de sociedad de consumo. Cuando los niños ven televisión en exceso (teleabuso) tienden a identificarse notoriamente con los personajes ficticios de esta.

El abuso de la tele produce cansancio visual, por fijar la vista por largo tiempo en un punto. Los niños sólo adquieren la agudeza visual normal del adulto a los cinco años, por lo que, antes de esa edad, se tienen que acercar mucho al aparato receptor; cuando este acercamiento es excesivo puede ser indicador de un defecto visual. La televisión disminuye el tiempo y modifica el patrón normal de sueño de los niños y los adolescentes, pudiendo producir pesadillas, con contenido similar al de los programas que ven.

Entre los efectos indeseables que con más insistencia se señalan al abuso de la televisión están la disminución de tiempo para actividades que requieren que los niños y los adolescentes estén en acción, como el juego, el ejercicio y los deportes, lo que los podría llevar al sedentarismo o quietud excesiva y a que conversen e intercambien opiniones con menor frecuencia.
Los niños menores de dos años están en un periodo crítico de desarrollo cerebral y emocional; por lo anterior, no deben ver televisión ni ponerse en contacto con otros medios de comunicación masiva electrónicos, para disminuir la posibilidad de entorpecer este desarrollo.
Los niños de dos a cuatro años siguen en este proceso, pero su creciente independencia hace que se acerquen con facilidad a la televisión, por lo cual los padres deben ser conscientes de que no es el mejor acompañante en el desarrollo de niños de esta edad. A ellos se les debe inducir a que en vez de ver televisión jueguen, hagan ejercicio y se acerquen a la literatura infantil.

El tiempo de descanso es fundamental en el desarrollo de niños y adolescentes, por lo que no debe ser ocupado sólo por la televisión. Si un niño está aburrido o busca un adulto para compartir no se le debe sugerir siempre televisión; se le debe proponer otra cosa.
En este caso es fundamental el ejemplo, pues si cada vez que un niño busca a sus adultos significativos estos están viendo televisión en su tiempo libre, es muy difícil hacer otra propuesta, por lo cual es preferible que los encuentren haciendo otra cosa, como jugar, leer, hacer deportes.

En la familia, mediante el diálogo, se establecen los valores y los criterios con los que el niño entra a afrontar las propuestas de la televisión y de otros medios de comunicación social.
El niño menor de cinco años debe acompañarse por un adulto. Debemos vigilar mensajes y contenidos, pues esta es una época de gran receptividad. Por ejemplo, se les venden ideas equivocadas sobre la nutrición, que los llevan a preferir los productos de moda en vez de los alimentos naturales como verduras y frutas. Ofrecen un ideal de utilizar el tiempo libre en forma sedentaria y acompañarlo de comida chatarra. Además, muchos programas les ofrecen imágenes que no propician la igualdad entre hombres y mujeres. Debemos ser espectadores de la televisión con sentido crítico y no aceptar pasivamente todos los contenidos que ofrece.
Las soluciones al problema de los peligros que puede producir la televisión en niños y adolescentes se suelen ver desde dos puntos de vista: apagar la televisión o reemplazar los programas inadecuados por programas educativos con el correspondiente control del tiempo dedicado a ella y la enseñanza a adultos y niños a usar con sentido crítico los medios de comunicación social electrónicos. La primera solución es difícil y poco práctica, por lo que se debe recurrir a la segunda.

Tener la televisión en el cuarto puede llevar fácilmente a que cada miembro de la familia se enfrasque en sus programas favoritos, alejándose unos de otros. Los niños siempre deben ver televisión acompañados de adultos que estén en posibilidad de reforzar su capacidad de verla conscientemente, mediante el diálogo permanente alrededor de lo que se ve, para lo cual es imperativo que los adultos se eduquen para esta tarea. Debemos conocer los contenidos de los programas y los efectos que pueden producir.

El control del tiempo es fundamental, sugerimos por ejemplo, para los niños de cuatro a cinco años: no más de una hora al día de televisión, no más de dos los fines de semana. Esto lo deben respetar todos los adultos que acompañen a los niños, por lo cual es necesario el consenso de los adultos acompañantes, quienes deben limitar también su tiempo de televisión, pues aquí debemos educar con el ejemplo.

Debemos conocer la programación y seleccionar cuáles programas son convenientes para nuestro hijo. La influencia de los medios de comunicación social varía según el contenido que transmitan, de la capacidad de quien recibe el mensaje y del tiempo de exposición a ellos. Pueden ser útiles y formativos si se utilizan bien y muy dañinos si se hace mal uso de ellos.

La televisión debe ser solamente una de las posibilidades de diversión en familia; existen juegos, títeres, música, libros, deportes, que también nos divierten y nos permiten compartir. La familia debe ampliar la oferta de diversión para niños, adolescentes y adultos con actividades al aire libre, paseos, visitas a la familia extensa, etcétera

Comprometámonos y evaluemos
  • No usemos la televisión para que nuestro hijo deje en paz a los adultos.
  • Limitemos el tiempo que nuestro hijo dedica a ver televisión.
  • Acompañemos a nuestro hijo cuando vea televisión. Dialoguemos sobre lo visto.
  • Seleccionemos los programas apropiados para él.
  • Enseñemos a nuestro hijo desde pequeño otras actividades para los ratos de tiempo libre, como lectura, pintura, juegos, ejercicio y deportes.
  • Asumamos la tarea de defender la postura corporal actual y futura de nuestro hijo, induciéndolo a que no tome posiciones peligrosas para ver televisión.
  • Estimulemos a nuestro hijo a parpadear con frecuencia y a desviar la vista de la pantalla periódicamente, para no fatigar la visión.
  • Seamos conscientes de la importancia de que nuestro hijo coma y duerma bien y en el sitio pertinente, por lo cual no se le debe permitir que vea televisión inmediatamente antes de dormirse ni, mucho menos, utilizarla como inductora de sueño, ni que coma frente al televisor.
  • Resistamos la presión de la propaganda en televisión, analizando con los hijos el contenido de los comerciales.

¿QUIEN ME ACOMPAÑA?


TAREA 
  1. Que programas de televisión observa tu hijo (a) en los tiempos libres:
  2. Escribe que enseñanzas dejan los programas que observa tu hijo
  3. Crees que los programas de televisión que observa tu hijo han creado un comportamiento inadecuado, cuales, escríbelos:



lunes, 1 de abril de 2013

Escuela de Padres- Abr/2013: EL JUEGO

El Juego Infantil
 LA VIDA CON TU FAMILIA ES UN JUEGO  DEL QUE SE APRENDE

Reflexionemos y compartamos
1.     ¿Qué importancia tiene el juego para los niños?
2.     ¿Qué opina de la frase: con el juego el niño aprende la alegría de amar y ser amado?
3.     ¿A qué les gustaba jugar cuando eran pequeños?
4.     ¿Cuando fue la última vez que jugó con su hijo?
5.     ¿Por qué jugamos tan poco cuando somos grandes?
6.     ¿Qué beneficios trae el juego en familia?

Consultemos y debatamos

El ser humano juega: desde la vida intrauterina juega, cuando danza en las profundidades del útero, inmerso en el tibio líquido amniótico se succiona el dedo una y otra vez. Crece y desarrolla sus propios ritmos a dúo con los del cuerpo de la madre. Juega con las vibraciones de la voz de la madre que se transmiten a través del cuerpo de ella y llegan al interior del útero. Y se emociona con la voz grave del padre cuando le habla.

Luego, el juego continúa con el reconocimiento mutuo de la madre, el padre y su hijo/hija. En el momento en que la madre y el hijo nacen como tales se inicia el juego más temprano y significativo en la vida de los dos.
Así, jugando, se construye el primer gran vínculo de afecto: el apego, esa especie de lazo o unión entre el recién nacido y su madre y su padre. Con ella se conecta por medio de la piel y succiona la leche que le ofrece como expresión de su amor y de su ternura. En los brazos del padre se siente muy bien cuando lo alza con cariño y le habla; este juego debe ser espontáneo y permitir que se miren, sientan, huelan y conozcan.

La caricia es un juego que estimula al recién nacido, le permite crecer. Al acariciar el cuerpodel niño y mientras succiona el seno, se libera una sustancia llamada endorfina, que se encarga de producir bienestar y maduración de los pulmones y del sistema de defensa del niño.

La lactancia materna es, de hecho, todo un juego. A este primer momento de encuentro sigue el juego del niño con el pezón, con la voz de la madre, con la piel, hasta que así, jugando, va adquiriendo la posibilidad de contemplar el mundo, de crecer y desarrollarse; así mismo, aumentará la producción de leche materna, lo que influirá mucho sobre el estado de ánimo del niño.
Otras formas de jugar son los masajes, los arrullos, el balanceo en la mecedora, los rituales al bañarlo, vestirlo y dormirlo. Enesta etapa, más que un pasatiempo o una actividad recreativa, el juego hace parte de una actitud de satisfacción y aceptación. Es muy importante para el niño sentir a su padre y a su madre hablando y jugando con él. Los niños que aprenden a jugar temprano desarrollan una base segura, un puerto llamado madre/padre, al que pueden acudir cuando están en dificultades.

Desde el nacimiento es necesario darle al juego el valor que merece: el niño debe aprender a jugar, pues así aprende a respetar su cuerpo, a quienes están cerca y a los que están lejos. El niño que juega se vuelve confiado y espontáneo, porque el juego se da en un ambiente de confianza y de espontaneidad.

Todos, niños/niñas y adultos, necesitan jugar, aun cuando los juegos cambian en el transcurso de la vida. El juego no sólo nos divierte, también nos enseña. Con él adquirimos ciertas destrezas y habilidades y podemos aprender el valor de las reglas, indispensables para vivir en armonía.

Para los niños el juego es también la oportunidad de descubrir y reconocer a los otros seres humanos. Mediante él aprenden de sí mismos y de los demás, son capaces de aclarar dudas, asimilar conceptos del mundo, reparar el dolor y el sufrimiento. Los niños que no juegan tienden a enfermarse más.

El juego es fundamental desde el movimiento; así, cuando al niño lo acunan, alzan o 
mecen, escuchando la voz familiar de la madre, la abuela, el padre u otro miembro de la familia, experimenta mucho placer. Este juego tranquilo y tibio, que consiste en moverse por medio de los brazos y el cuerpo del otro, lo fortalece y lo mima, lo alimenta mientras desarrolla la capacidad de producir sus propios movimientos.

En el niño de un mes a cinco años de edad el juego es la principal actividad, ya que, así, construye su vida. Por ello no lo debemos privar de él.

La madre se convierte pronto en el primer juguete de su hijo. Esos ojos chispeantes y asombrados, esa cara que el niño reconoce entre todas las demás, esa sonrisa, esos brazos que lo acunan, el olor tan familiar y la disposición del cuerpo, la capacidad de defender a su hijo, de protegerlo, la convierten en el juguete más completo y, así, madre e hijo practican el juego más necesario y maravilloso de la existencia, construyendo de este modo el vínculo afectivo. Y luego este vínculo se extiende al padre.

Poco a poco, el niño aprende a jugar con su cuerpo: a medida que va desarrollándose es capaz de hacerlo con sus manos, sus pies, su cuerpo, y con los objetos que lo estimulan, tales como sonajeros, cascabeles, móviles o juguetes con movimiento.
Mientras gatea juega con todos los objetos de la casa y en el piso juegan a esconderse, responde con carcajadas a los estímulos repetidos y cómicos, a las cosquillas. Juega con el agua durante el baño, con los juguetes y objetos que se lleva a la boca.

A partir del primer año, el juego de exploración es su principal actividad: toca, prueba los objetos, usa sus dedos pulgar e índice para agarrar objetos finos. Arrastra cojines y muñecos. Le gusta verse en el espejo, abrir frascos, tirar los juguetes al piso para deleitarse con su sonido. Va construyendo figuras poco a poco. Juega con su cuerpo cuando especializa su caminar, cuando baila. Imita juegos en los que madura la función de la mano, tales como hacer sonar las palmas. Descubrir lo que son las cosas, cómo funcionan y su utilidad ocupa gran parte del tiempo en esta época.

A medida que crece, el niño adquiere nuevas formas para comunicarse y así surgen nuevos juegos, repitiendo palabras, haciendo sonidos con la boca. Hacia los dos años aparecen los juegos gestuales, tales como darle de comer a los muñecos o dormirlos. En esta etapa, la niña maga es capaz de imaginar la taza y la galleta que le da a la muñeca; para jugar le sirve una tapa vieja o una muñeca de trapo, tiene los grandes poderes de su propia imaginación. Es capaz de hacerlo todo, inventa el mundo con juguetes y con objetos que convierte en juguetes.

El niño mayorcito juega a contar, saltar, correr o a las escondidas. Pone en los juegos sus logros motores y emocionales. Juega a pintar, a colorear. Los colores pueden expresar sentimientos: cada uno tiene un significado para cada niño.
Es fundamental que los padres y maestros los estimulen a crear sus dibujos libremente y a darles el color que deseen: el sol puede ser azul, el mar amarillo y, así, el mundo será de acuerdo con lo que están viviendo. Es la etapa en la que aparece elamigo imaginario, personaje que le sirve para acompañarse y hablar acerca del mundo. Es muy importante que los padres, las madres comunitarias, las jardineras y cuidadores los acompañen a jugar.

Al niño le gusta que le cuenten cuentos, que cumplen un papel fundamental en su vida, pues le permiten aprender, despejar muchos de sus por qué, disminuir sus miedos, resolver conflictos y lograr una mayor confianza en él y en el mundo que está descubriendo cada día. El libro leído, con láminas, con canciones, es muy útil. Se debe estimular a que invente sus relatos viviendo las imágenes de los libros. Al final del cuento puede ser útil hablar sobre los mensajes y moralejas del relato.
A partir de los cuatro años, los niños juegan menos en soledad y van conformando grupos más estables y numerosos. Los juegos adquieren argumentos, es un tipo de drama en el que interpretan pasajes de la vida que están viviendo, de un cuento, un programa de televisión y de los relatos que oyen. Juegan, además, a las rondas infantiles, las que le dan al juego un concepto distinto, ya que por medio de ellas el niño madura y aprende, establece reglas, aprende a relacionarse, construye la solidaridad y otros valores, al tiempo que aprende a esperar y a tolerar frustraciones.

Hacia los cinco años de edad imita a las personas con las que se identifica: a ser el maestro, la mamá, el papá, el bombero, el doctor, etcétera. En este juego de roles el niño que juega con muñecas puede desempeñar el rol del papá o del sacerdote o del conductor de la ambulancia. Las niñas juegan a ser madres, detectives, etcétera. Los cuidadores deben respetar los roles, así como los juguetes.

No debemos separar juegos por sexos, es decir, no nos preocupemos si un niño juega con muñecas o una niña con carros o pelotas. Los juguetes no tienen sexo y es determinante y muy benéfico que los niños jueguen también con muñecas, carros, balones, etcétera, y las niñas con carros, trompos, palas o muñecas. En esta época, los hermanos son los mejores compañeros de juego. Compartir estos momentos estrecha los vínculos entre ellos.

Exprese el amor que le tiene a sus hijos con acciones concretas; por ejemplo, si en el hogar comunitario o en el jardín infantil han preparado alguna función en la que participan, es muy importante que asista a sus presentaciones.

El juego es el alimento espiritual de los niños: es necesario que los padres conozcan esta dimensión para que aprendan a respetar ese espacio sagrado, en el que pueden entrar y convertirse en padres con alma de niño y desde allí enseñen a sus hijos cuánto los aman, les enseñen a ser cada día personas con valores, les muestren cómo es el mundo, respondan muchos interrogantes, los acaricien y, sobre todo, los hagan felices.
 
EL JUEGO LUDICO COMO INTERVENCIÓN

Es un método de intervención educativa basado en el juego por considerarlo la principal actividad de la infancia. Es decir, consiste en desarrollar de un modo lúdico todas las actividades didácticas del currículum.

EL juego en la educación ha sido utilizado de 3 maneras:
  • Como un instrumento de motivación para el aprendizaje “educar jugando”
  •  Como un recurso didáctico con unos objetivos pedagógicos = juguetes educativos, materiales para trabajar los números, el abecedario, el calendario, etc.
  • Valorándolo por sí mismo, como un fin en sí mismo y una actividad natural de la infancia, que promueve el desarrollo físico, cognitivo, social y afectivo.

El niño no juega para aprender, JUGANDO APRENDE, el juego deja de ser un recurso didáctico para convertirse en un objetivo en sí mismo.